¿Existen los demonios?

Esta es una respuesta de un conocido investigador sobre el fenómeno paranormal. El Dr. Dave Oester

Tengo muchos e-mails de los visitantes de nuestro sitio web que afirman que tienen los demonios o seres interdimensional invadir sus hogares. Estas personas buscan una solución rápida a su problema. En algunos casos, buscan llegar a los detectives psíquicos y exorcizar estos visitantes demoníacos.

Simplemente tiene que sonreír y me pregunto en qué planeta del que provienen. En lugar de querer conocer lo que está sucediendo, ellos no buscan la educación, sólo el destierro de lo que pretende ser el mal que les rodea.

Lo he hecho más de un millar de investigaciones sobre el terreno, tanto en los EE.UU. y en América Central y nunca he encontrado nada que se acercó a los demonios o el mal se asemeja a las criaturas. Si existen demonios, ¿por qué no he encontrado en mis investigaciones, a menudo en lugares que muchos consideran como el mal o demoníaco?

No hay demonios y no criaturas demoniacas, pero tenemos el mal que los hombres se hacen los unos a los otros. Yo no temo a los muertos sino que han dedicado mi vida a la comprensión de los espíritus que permanecen en esta tierra plana. Nunca he encontrado nada más que un fantasma con actitud.

Los demonios son un mito pasado de la iglesia cristiana. Los demonios se supone que debemos llevar a la "guardan" más lejos de la luz verdadera. Es extraño, pero los cristianos creen que sólo ellos están en peligro de la condenación de estos demonios. El resto de la humanidad no es atormentado por los demonios, ya que no están "guardados" así que ¿por qué es que estos demonios tormento sólo los cristianos?

Gente que ama las etiquetas y que carecen de cualquier conocimiento o la comprensión de los espíritus de los muertos se etiqueta fantasmas y sombras de personas como demoníaca. Esto suena como la filosofía de la época medieval cuando la gente cree cualquier cosa que les dijo a sus dirigentes clérigo, que exige obediencia total de la población. Nosotros supuestamente vivimos en una época de ilustración, que supuestamente hacen no creen en supersticiones y en el folclore. Aceptamos la ciencia y los logros de la ciencia, como la televisión y la radio, pero nos dejamos engañar por los mitos y el folclore que no tienen fundamento o validez.

En un momento, incluso un partido se llama Lucifer y en una época anterior se consideró negro mágico. Exorcismo ritual es un medio ineficaz para eliminar los fantasmas o los demonios. Esto es sólo otro ejemplo de cómo algunas personas vuelven a caer en supersticiones y el folclore, en lugar de utilizar el sentido común.

Demonios nunca existió en la primera iglesia cristiana hasta que la gente después de ver la obra, Dante's Inferno, y después de ese tiempo, la Iglesia utiliza el infernal ejemplos en la obra como una metáfora sobre el bien y el mal. Más tarde se convirtió en la metáfora se convirtió en una doctrina y la enseñanza de la Iglesia, que continúa hasta el día de hoy. Un buen ejemplo de esta transmutación de la metáfora es "Juan es como un ciervo." Más tarde, esta metáfora se convierta en "Juan es un ciervo" y la gente jura que Juan era un ciervo.

Es interesante observar la transformación que tiene lugar en la doctrina religiosa y la forma en que influye en los nuevos fantasmas cazadores de entrar en este campo. Algunos sostienen que la religión no tiene cabida en la caza de fantasmas, pero me permito sugerir que la religión tiene un papel importante como sus discípulos son los que promueven con sus connotaciones negativas y los mitos demoníacos auto-proclamado resoluciones judiciales en relación con los fantasmas. Si dejamos de lado la religión, la dejamos de lado la base de demonism. Tenemos que entender este mito, ya que es una superstición medieval, creado por el clérigo para asustar y mantener a sus miembros congregacionales en la obediencia.

Si vivimos en una época de ilustración, hay que deshacerse de las vacas sagradas que ocultan la verdad detrás de la tradición y descubrir que los espíritus de los muertos es una prueba de vida después de la muerte.